Te buscaba, pero ya lo estoy dejando. ¿Acaso no te basta?, ¿Acaso no me basta? Promesas incumplidas tiñen tus labios. Ni con banalidades me gusta que jueguen. Me esperaste y llegué, mas cuando estuve esperando tarde o nunca llegaste. Te amo y te odio. No sabes el dolor que con tus actos provocas. Ahogando la pena y el odio en un vaso de alcohol. ¿Algo nuevo por estos días? No, solo es lo de siempre. Hasta beber se ha hecho costumbre. Siempre quiero verte, mas no es lo que deseo. Lo pensé, y luego de nuestra suave brisa que en torbellino se convirtió ya no quiero verte más. Desaparece, hazte polvo, porque como bien tu dijiste jamás debimos conocernos. Fue todo un mal entendido, un malentendido que duró casi tres años. Nada volverá a ser lo de antes poque el olvido no es de mi porque recuerdo como fotografía porque mis heridas tienen aspirina y porque tu no llamas, y yo te espero.