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Esencia de telefoneos y llamadas sin contestar

Te buscaba, pero ya lo estoy dejando.
¿Acaso no te basta?, ¿Acaso no me basta?
Promesas incumplidas tiñen tus labios.
Ni con banalidades me gusta que jueguen.
Me esperaste y llegué, mas cuando estuve esperando tarde o nunca llegaste.
Te amo y te odio. No sabes el dolor que con tus actos provocas.
Ahogando la pena y el odio en un vaso de alcohol.
¿Algo nuevo por estos días? No, solo es lo de siempre.
Hasta beber se ha hecho costumbre.
Siempre quiero verte, mas no es lo que deseo.
Lo pensé, y luego de nuestra suave brisa que en torbellino se convirtió ya no quiero verte más.
Desaparece, hazte polvo, porque como bien tu dijiste jamás debimos conocernos.
Fue todo un mal entendido, un malentendido que duró casi tres años.
Nada volverá a ser lo de antes
poque el olvido no es de mi
porque recuerdo como fotografía
porque mis heridas tienen aspirina
y porque tu no llamas, y yo te espero.

Comentarios

Reverence ha dicho que…
porque cuando negamos
afirmamos una verdad que no queremos mostrar
cuando negamos nos escondemos aún más
cuando negamos somos como niños intentando escapar de nuestras madres, tirándonos a un vacío de realidad que nunca sabemos (ni sabremos) enfrentar
porque cuando negamos
sólo nos queda esperar....



y si, nunca dejamos de soñar, pero a veces es mejor intentar decir que si lo hacemos, y huir, correr, negar.

Saludos =)

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