La verdad es que aun no puedo olvidarte, no debo olvidarte, te recuerdo, te reemplazo y te desarmo, rearmo en la inexistencia, mariposas en mi ser, me enamoro de tus ojos y suspiro en tu dormir. Continuar quiero, por tus manos sentir, en la cama de violentos pliegues y borrachos seres, anhelando ese beso que jamás me diste, que en tu boca dejé y que esperó por nacer, y que aunque no vino, se fue.
Comentarios
He pensado claramente en la línea 15 y me pasa lo mismo todas las veces: escribo, escribo y él no me lee, y sé que no lo hace, y tampoco intento que lo haga, sólo obviaré la parte de intento, porque es una palabra que seduce, pero que a la vez apaga, mata, o simplemente intenta hacer nada.
Creo que todo lo que uno escribe es simplemente un descargo contra un "intento de hoja en blanco" o un "intento de intentar detenerse" o simplemente porque no somos lo suficientemente valientes para decirles: "sabes, me agradas, quisiera besarte y no volver a verte más" o "sabes, te quiero en mi cama, para siempre"; porque todo eso duele, duele demasiado cuando se enfrena en la cara.
El intento (y volvemos)... es como, hacer nada, es como caer directamente al vacío, porque el hecho de intentarlo no es el hecho de hacerlo, es simplemente el ver que pasa, y no el qué pasará; es como una vista panorámica de aquello a lo que tememos, sin adentrarnos, sin hundirnos, sin empaparnos de esa agonía de saber que estamos allí, hasta el cuello con ese hacer, con ese deshacer, con ese no-intento porque lo hicimos, y así será, siempre, cuando uno se toca, no es un intento, es un hecho, no es un intento de querer acabar sobre el cuerpo de un otro (o de uno mismo), es un hecho, de querer, de hacerlo, de ver, de pensar, de observar, de olvidar.
¿Intentas ver tus pensamientos? ¿No ves que los lees?
(creo que esto ha sido demasiado)
Acabo de llegar de bailar. Es tan solitaria la vuelta. Es horrible. Es llegar y encontrar tu cama vacía, y saber que llenarla con tu cuerpo no es/no ha sido/no será suficiente.
Y sí, me ha pasado que me cuesta hilar cosas. Siempre me ha pasado que me cuesta no irme para otros lados, para encontrar otras marcas y otros caminos. Siempre son necesarios. Además para eso esta la libertad de "comentar"; es el hecho de poder "volarse" y escribir, nada más.
No sé si ese resumir de tu día es bueno o malo. Pero si es bueno, me alegro, hazlo, siempre es lindo recordar, más si es para siempre (cuando ese recuerdo es constantemente estimulado, sino nunca será tan lindo, porque al final termina ahogando, pero ese es otro tema).
A veces siento que te envidio. No sé por qué. No me preguntes porque no existe respuesta. Quizás debe ser porque siento que ya no mucho me importa.
Mejor no sigo. Estoy con post-trauma de llegar solo a casa diciendo: estoy completamente solo.
fin