Ir al contenido principal

Yerba de lo que no te corresponde

Amor, eres como la tundra
de relieves inhóspitos
y caricias pantanosas
con miradas furtivas
en los corredores de mi vida.
Amor, eres como la tundra
de sonidos fríos
resonantes en mi pecho
que ruega verte
aunque sea por un instante.
Amor, eres como la tundra
de lejanía geográfica
y parejes excéntricos
que desconozco
no porque sean un poco toscos
sino porque soy lo que siento cuando te veo
amante prohibido
manzana del edén
porque no te busco
por miedo a tu mirada con desdén.

Comentarios

Reverence ha dicho que…
Es un otro, claramente, que puede ser muy parecido a mi o no, pero es un otro que simplemente no me ve.

Entradas populares de este blog

Esencia del retorno

 Frente a la necesidad de ordenar mis ideas es que me entrego, literato, al compás de esta tinta discursiva, que aclara la complejitud de esta psique extraviada en sus propios significantes. Estoy a un paso de reencontrarme con mi esencia, y es el camino más árido que he recorrido hasta hoy, porque aun no logro conectarme con eso que está ahí, y que al parecer quiero tanto hacer, como lo que llevo haciendo hasta hoy. Avanzo en parsimonia, testificando en mi angustia el deseo de movilidad desenfrenada al que aspiro. Quiero regalarme ese entendimiento desde la paciencia, porque en esta papeleta declamo los frutos del viaje que hace un tiempo llevo en ruta, y que hoy por fin de alguna manera arriban y se asientan.

Yerba Nocturna

La verdad es que aun no puedo olvidarte, no debo olvidarte, te recuerdo, te reemplazo y te desarmo, rearmo en la inexistencia, mariposas en mi ser, me enamoro de tus ojos y suspiro en tu dormir. Continuar quiero, por tus manos sentir, en la cama de violentos pliegues y borrachos seres, anhelando ese beso que jamás me diste, que en tu boca dejé y que esperó por nacer, y que aunque no vino, se fue.

Esencia de la Realidad

La vida me ha enseñado sutilezas a punta de golpizas a distinguir entre lo uno y lo otro, que antes eran uno y a exacerbar los rasgos distintivos sin que implique un retroceso a periodos más escindidos de mi vida. Sé que he recorrido poco aunque parezca una vida he aprendido cosas, he desaprendido otras y lo que me queda es que aprendo sin aprender solo conozco porque aun no aprendo a aprender. Es gracioso a ratos este gusto mio a manosear chupar y estrujar las palabras hasta que me son ajenas quizás en un intento de esconder entre tanto énfasis lo importante apenas mencionado dejándome evidente. A veces deseo con ansias la simpleza, sí esa que aborrecería tener sabiéndome sin tanta parafernalia sin complicación, sin maquinación ni premeditación sin esa paja mental y ese exquisito caldo de cabeza. Me gusta escribir, lo extrañaba aunque miedo me daba expresar mi sentir, aflojar el dolor y mostrar la pena porque las marcas son las que quedan aunque no se vean porqu