La vida me ha enseñado sutilezas a punta de golpizas
a distinguir entre lo uno y lo otro, que antes eran uno
y a exacerbar los rasgos distintivos sin que implique
un retroceso a periodos más escindidos de mi vida.
Sé que he recorrido poco aunque parezca una vida
he aprendido cosas, he desaprendido otras
y lo que me queda es que aprendo sin aprender
solo conozco porque aun no aprendo a aprender.
Es gracioso a ratos este gusto mio a manosear
chupar y estrujar las palabras hasta que me son ajenas
quizás en un intento de esconder entre tanto énfasis
lo importante apenas mencionado dejándome evidente.
A veces deseo con ansias la simpleza, sí esa
que aborrecería tener sabiéndome sin tanta parafernalia
sin complicación, sin maquinación ni premeditación
sin esa paja mental y ese exquisito caldo de cabeza.
Me gusta escribir, lo extrañaba aunque miedo me daba
expresar mi sentir, aflojar el dolor y mostrar la pena
porque las marcas son las que quedan aunque no se vean
porque mi corazón he vuelto a parchar...
¿Recuerdan los cuchillos plásticos?
Ya me aburrí de toda la mierda amorosa (lo que significa que aun no me canso y que la seguiré buscando).
a distinguir entre lo uno y lo otro, que antes eran uno
y a exacerbar los rasgos distintivos sin que implique
un retroceso a periodos más escindidos de mi vida.
Sé que he recorrido poco aunque parezca una vida
he aprendido cosas, he desaprendido otras
y lo que me queda es que aprendo sin aprender
solo conozco porque aun no aprendo a aprender.
Es gracioso a ratos este gusto mio a manosear
chupar y estrujar las palabras hasta que me son ajenas
quizás en un intento de esconder entre tanto énfasis
lo importante apenas mencionado dejándome evidente.
A veces deseo con ansias la simpleza, sí esa
que aborrecería tener sabiéndome sin tanta parafernalia
sin complicación, sin maquinación ni premeditación
sin esa paja mental y ese exquisito caldo de cabeza.
Me gusta escribir, lo extrañaba aunque miedo me daba
expresar mi sentir, aflojar el dolor y mostrar la pena
porque las marcas son las que quedan aunque no se vean
porque mi corazón he vuelto a parchar...
¿Recuerdan los cuchillos plásticos?
Ya me aburrí de toda la mierda amorosa (lo que significa que aun no me canso y que la seguiré buscando).
Comentarios
Tienes razón, hay que aprender a aprender y es de lo más difícil.
Las ganas de regresar a lo básico, a lo simple y más tranquilo es un instinto creo yo, porque se vive más el daño cuando se tiene más formas distintas de vivirlo y sentirlo. Es como tener más superficie expuesta a un ambiente hostil. No se si me explico.
Entre parche y parche se va la vida pero supongo que no la esperanza.
:) <3
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